José Daniel Hernández es un ingeniero industrial venezolano que migró a Guayaquil (Ecuador). Allá desarrolló su vieja afición por la carpintería, lo cual le permitió tener un gesto solidario con una vecina.
Alfredo es un venezolano que, partiendo desde Caracas, llegó a Quito con esposa e hijo, el cual ve cómo se agotan los recursos de los que disponía para mantener a su familia sin tener que acudir a las incipientes redes de ayuda a los migrantes venezolanos en esa ciudad, en tanto espera una llamada por un empleo al cual aplicó.
El 26 de marzo de 2018, los periodistas Javier Ortega y Paúl Rivas, acompañados del conductor Efraín Segarra, del diario El Comercio, de Quito, fueron secuestrados por un grupo disidente de las FARC, que los mantuvo cautivos hasta el pasado 13 de abril, cuando se conoció que los habían asesinado.
Durante el pasado mes de agosto de 2017, Jefferson Díaz cruzó el puente Internacional Simón Bolívar, con su esposa, su bebé, cuatro maletas y un coche. Del otro lado de la frontera tomó un bus para atravesar Colombia hasta la frontera con Ecuador para, finalmente, llegar a Quito. Un viaje a la inversa del que hizo su madre, varias décadas antes.
Daniella pasa por una típica chica caraqueña de clase media. Y lo es. Solo que también es una estudiante de medicina que ha salido al asfalto a buscar el conocimiento que no aparece en los pizarrones. Pertenece a los cascos verdes, quienes están en las marchas atendiendo a los heridos de la represión.
Yusbelis Álvarez vive en Maca, Petare, junto a su mamá y su pequeño hijo. Las fotos de su hermana y su sobrina le reavivan no solo una ausencia entrañable en su vida, sino también el horror de una noche en que unos espantos entraron por el techo y acabaron con sus vidas.
Nació en Ecuador. Su azarosa vida incluye haber sido raptada a los 18 meses, haberse criado con una madrina que la trataba como su empleada, haberse mudado 30 veces y tener dos hijos sin compañía masculina para educarlos.
1986. Periodista. Trabajé en medios como Últimas Noticias, Vivo Play y El Estímulo. Soy fiel creyente de que se puede vivir de escribir y que para ser bueno -en lo que sea- se debe adoptar una filosofía de eterno aprendiz.