En Santa Rosa de Agua, a orillas del lago de Maracaibo, Mary Carmen Vera y Renny García, junto a un grupo de niños, recolectan la basura que llega, arrastrada por el viento del norte, a las costas de esa comunidad. Saben que no es suficiente frente a la progresiva contaminación del lago, pero no están dispuestos a dejarlo de hacer.
Medical geneticist Venancio Simosa has dedicated his life to studying rare diseases. The country’s crisis has left him without colleagues and students, and without patients who can come to his office. He has had no choice but to continue his work through remote consultations over the phone with other physicians. He is one of the few medical doctors remaining in Venezuela with a specialty that is, at present, as rare as the diseases it studies.
El médico genetista Venancio Simosa ha dedicado su vida a estudiar las enfermedades raras. La crisis del país lo ha dejado sin colegas y estudiantes, así como sin pacientes que puedan acudir a su consulta. No le ha quedado más remedio que continuar su trabajo a través de asesorías telefónicas a otros médicos. Es uno de los pocos genetistas que quedan en Venezuela; hoy, una especialidad tan rara como las enfermedades que estudia.
Cuando Claudia Guzmán llegó a Bogotá y salió a buscar trabajo con la ilusión de ayudar a su familia en Venezuela, ocurrió algo que le dejó un sinsabor. “Las venezolanas son unas roba-maridos”, le gritaron en la calle. Fue solo el primero de una serie de episodios similares.
Estudiante de comunicación social en la Universidad Central de Venezuela y músico en formación. Siempre he pensado que la vida es como una fuga de Bach: una obra en donde varios sujetos cuentan una historia de manera única. Mi meta es narrar ese contrapunto lo mejor que pueda. #SemilleroDeNarradores