Ana no lograba procesar los grandes y constantes cambios en que se vio envuelta su cotidianidad. Eso la condujo a padecer un trastorno de adaptación y a una reacción depresiva aguda. Desde que la diagnosticaron ha estado de reposo, lejos del colegio en el que daba clases de artes plásticas y que se le había convertido en un entono hostil.
Vivo en la ciudad de Mérida. Soy ingeniero técnico en Química Industrial, y me dedico al desarrollo de software. Practico varios géneros de fotografía.