Nuestros documentos de identidad pueden ser vistos como indicadores o fragmentos de nuestra propia historia. En un diálogo consigo misma, Mariana Graterol –doctora en ciencias químicas, acostumbrada a examinar las pequeñas cosas que componen el todo– hace el ejercicio de explorar en su identidad, y en su recorrido como migrante, a partir de los datos asentados en su pasaporte.
Estudié química porque me intrigaba saber cómo una sustancia podía transformarse en otra. Química y comunicadora científica. Alquimista.