En La Cañada de Urdaneta, en el estado Zulia, los vecinos acostumbraban salir al frente de las casas a celebrar, a conversar. Las pintaban cada diciembre. Pero hoy aguardan sigilosos esperando la extorsión o la muerte de maridos y de hijos, en manos de los delincuentes o los policías por igual. Carla, una de las vecinas, lo cuenta en esta historia.
Es uno de los cuatro neurocirujanos pediátricos con los que cuenta el J.M. de los Ríos. Son tan pocos porque las últimas promociones que han egresado del único postgrado de esa especialidad que hay en el país y que funciona en ese hospital, han migrado íntegramente. Ante las carencias de recursos del centro médico, Edgar Sotillo…
Karina had gone to Barranquilla to look for a sustenance that she did not get in Maracaibo, in the northwest of Venezuela. On July 20, 2017, she received a call from home. Jean Luis, her second son, only 15 years old, had been shot dead during protests staged in her neighborhood.
It was Sunday morning, March 10. The engineer Manuel Martínez and his thirteen-year-old son were coming back to their apartment on the 7th floor of a building in La Urbina neighborhood, in Caracas. Just after they got in the elevator, there was a blackout that left them caught halfway between two floors. Neighbors rushed to help.
La mañana del domingo 10 de marzo, el ingeniero Manuel Martínez y su hijo de 13 años regresaban a su apartamento, en el 7mo piso de un edificio de La Urbina, en Caracas. Apenas tomaron el ascensor, se produjo un corte de energía eléctrica, que los dejó atrapados a medio camino. Los vecinos corrieron a ayudarlos. Luego de rescatar al adolescente…
Judith Bront has lost count of funerals of children she has attended. Children treated at J.M. de los Ríos hospital, like her son Samuel, with whom she spent 12 years struggling for his defective kidneys to allow him to live a moderately normal life. That pediatric hospital in Caracas, the most important in Venezuela, was her home and it continues to be so.
Judith Bront ha perdido la cuenta de los funerales de niños a los que ha asistido. De niños atendidos en el hospital J.M. de los Ríos, como su hijo Samuel, con quien pasó 12 años luchando para que sus riñones defectuosos le permitieran llevar una vida medianamente normal. Ese hospital pediátrico, el más importante del país, fue su casa y para ella continúa siéndolo.
Karina se había ido a Barranquilla a buscar un sustento que no conseguía en Maracaibo. El 20 de julio de 2017 recibió una llamada de casa. Jean Luis, su segundo hijo, de tan solo 15 años, había sido asesinado de un disparo, durante unas protestas escenificadas en su urbanización.