Eyra Cabanzo acababa de dar a luz cuando comenzó a trabajar como auxiliar en la embotelladora de refrescos que luego sería Coca-Cola FEMSA. Pensaba estar en la empresa uno o dos años, para luego explorar otros caminos. Pero allí se sintió a gusto y nunca se fue: han pasado tres décadas y, después de ocupar distintos cargos, es la gerente de Administración Comercial de la compañía. Su historia pertenece a la serie #MujeresQueTransforman, una alianza de Coca-Cola FEMSA y La Vida de Nos.
El venezolano Antonio Díaz, dos veces campeón mundial de Karate, había soñado desde niño con participar en unos Juegos Olímpicos. Parecía algo imposible de lograr porque el suyo no era considerado un deporte olímpico, hasta que fue admitido para la cita de Tokio 2020. Él, a sus 40 años, estaría ahí, pero se atravesó la pandemia de covid-19.
Cuando se decretó el confinamiento, Alberto Villegas, maestro de 6to grado en un colegio en San Diego (Carabobo), comenzó a recibir mensajes de representantes preocupados por eso de las clases virtuales con tantas fallas eléctricas y de conectividad.
Desde que Laura Cubillán comenzó a estudiar Medicina en la Universidad Central de Venezuela quiso trabajar en comunidades indígenas. Eso que ahora hace en Canaima, en el sur del estado Bolívar. Llegó allí para cumplir con un requisito académico y, un año después, no quiere devolverse a Caracas: ayudando a los pemones se siente libre.
A Yamilet Pacheco le enseñaron en su casa que las vacaciones son muy importantes. En su infancia y adolescencia, viajó mucho con su familia o a campamentos donde compartía con jóvenes de su edad. Hoy no puede garantizarle esa diversión a Gabriel, de 13 años, el menor de sus dos hijos.
El 18 de mayo de 2017 un guardia nacional disparó una lacrimógena a quemarropa contra la humanidad de Óscar Navarrete. Llevado a una clínica sin signos vitales, reaccionó luego del cuarto intento de reanimación. Los médicos auguraron que quedaría en estado vegetativo, pero su madre se negó a ese diagnóstico.
Periodista venezolana egresada de la Universidad Católica Andrés Bello. Pateo la calle con un bolso cargado de libretas, mucha curiosidad y ganas de caerle a preguntas a la gente. Divido mis pasiones entre la escritura y la fotografía. Y decidí que así quiero contar historias que (me) conmuevan: con palabras y muchos clics.