No somos una especie distinta
Un día de comienzos de 2018, Keyla, una joven embarazada de 14 años, llegó al Hospital Luis Razetti de Barcelona, en el oriente venezolano. Estaba sola, tenía fiebre y perdía líquido amniótico. Apenas le hicieron un eco, los médicos supieron que el bebé había fallecido. La doctora Nathali Arismendi, quien entonces se estaba formando como ginecobstetra, fue una de las que la atendió. Esa joven, sin saberlo, le enseñó mucho.