A sus 85 años, Blanca Rosa se paraba todos los días, muy temprano, a atender a su gente. Hasta que un día de 2013 se cayó
Caraqueño. Educador de profesión. Siempre perdido, tal vez por eso de que “hay que saber perderse para trazar un mapa”. El mapa no sé si me interesa, ni siquiera sé si es posible. Así, sin mapa, llegué a Chile en 2017 y sigo acá. Amo lo sencillo. Me revelo ante cualquier pensamiento autoritario. Intento escribir.