A sus 15 años de edad Ernesto solía encerrarse en el baño a golpear las paredes. Una vez Ana, su mamá, encontró fuera de su lugar un raticida que ella guardaba en la cocina. No le prestó atención hasta que su hijo se le acercó un día a preguntarle cómo se usaba. ¿Qué estaba pasando por la mente de su hijo? Lo supo la noche en que su hijo estalló en llanto y le dijo que era muy infeliz. Ana entendió que debía buscar ayuda profesional y la consiguió en el Servicio de Atención Psicológica de Cecodap.
En 2018, Caryarit Pérez, recién terminando sus estudios de ingeniería de producción en la USB, obtuvo una beca para cursar una maestría en el Montpellier Business School, en Francia. Resultó ser la primera de su promoción, entre 281 estudiantes de todo el mundo. Era la única estudiante venezolana cursando esa maestría.
Lo primero que pensó Anais Reyes cuando supo que el coronavirus podía mutar en pandemia fue en los miles de venezolanos que viven en Colombia y no tienen con qué comer o ir a un médico si no salen a buscar el sustento. Así nació Coronayuda, un sitio de orientación médica en línea que se transformó en plataforma de gestión de ayuda para otras necesidades.
Fabio Fuenmayor, especialista en cuidados paliativos, se dedica a atender el sufrimiento de pacientes con cáncer. Pero hoy esa tarea se le hace cuesta arriba: los medicamentos que necesita para hacer su trabajo son escasos en Venezuela.
Yadira, Yusty, Joselin y Geovanny son hijos de María Molina, quien padece un cáncer que le genera mucho dolor en los huesos. Se las ingenian para que a ella no le falte tramadol, el analgésico que la tranquiliza. Pero a veces no lo consiguen.
Maggela Lingstuyt tiene cáncer de mama. Le duelen el pecho, la columna y el coxis. Solo se le quita con pastillas de morfina. Pero en el Hospital Luis Razetti, uno de los centros públicos especializados en cáncer en Caracas, pocas veces le han suministrado el fármaco.
En Venezuela, solo una de cada 10 personas con cáncer logra obtener los medicamentos para calmar los dolores que esta enfermedad les provoca. Como una onda expansiva, el dolor de los pacientes oncológicos envuelve también a sus familiares y médicos: en medio de una crisis de salud que se agrava, unos y otros hacen cuanto pueden para sobrellevarla.
Un grupo de profesionales idearon un noticiero sobre ruedas para combatir la desinformación creciente en Venezuela. Se asoman detrás de un marco de cartón y leen noticias en los autobuses. Comenzó como un simbólico informativo el día que RCTV, el canal más antiguo del país, cumplió una década fuera del aire.
Cuando se supo portador del VIH, pensó que moriría. Pero en 1998, seis años después, comenzó una efectiva terapia antiretroviral que le mantuvo el virus a raya. En septiembre de 2017, sin embargo, se vio obligado a suspenderla porque los fármacos no han vuelto a llegar a Venezuela.
Pedro Ramos nació en Río Chico. Al terminar el bachillerato se fue a Caracas a estudiar. Una vez graduado de ingeniero metalúrgico, se fue al estado Bolívar, donde estuvo 14 años. Un día, atacado por la nostalgia, decidió volver a su pueblo natal para invertir en un negocio propio.
Sobreviví al cáncer para contar la vida con sus luces y sombras. Soy periodista-narrador y editor senior de La Vida de Nos, donde cada día conjugo los verbos creer y crear. Tengo la certeza de que las historias son puentes en los que nos encontramos con los demás y con nosotros mismos.