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El viaje del héroe

Jun 30, 2021

Desde que el mundo es mundo, cada migrante recrea el periplo del viaje del héroe que delineó el escritor estadounidense Joseph Campbell en su libro El héroe de las mil caras. No tanto porque para abandonar su hogar en busca de una vida mejor emprenda actos heroicos, e incluso temerarios: lanzarse al mar en frágiles balsas, atravesar montañas con temperaturas bajo cero, o caminar kilómetros por semanas enteras como lo han estado haciendo tantos venezolanos en los últimos años. No tanto por eso sino porque, de alguna manera, al verse impelido a abandonar su vida conocida, da inicio a un trayecto que puede pasar por las estaciones estudiadas por este autor para explicar los mitos.

Viajes como estos están en cada una de las historias que conforman esta serie sobre migrantes venezolanos, que ponen rostro a esas cifras que la pandemia de covid-19 detuvo apenas por un rato y que ya ubican el fenómeno migratorio venezolano tan cerca de la crisis siria. Rostros de esos 5 millones 636 mil 986 venezolanos repartidos por el mundo, principalmente en Colombia, Perú, Ecuador, Chile y Brasil, de acuerdo con el conteo de Acnur del 5 de junio de 2021. 

Son llamados a la “aventura” (muy entre comillas cuando se trata de quienes huyen de guerras, desastres naturales, dictaduras o crisis humanitarias); se debaten entre atreverse o no; alguien (un familiar, un amigo, otro migrante ya integrado en un país de acogida) lo guía, lo impulsa, le muestra un camino.

Entonces abandona su mundo ordinario, cruza la frontera y se somete a pruebas, con enemigos (los Estados con políticas migratorias restrictivas o que sencillamente no están preparados para el alud; los xenófobos, los traficantes de personas, los que se valen de su vulnerabilidad para explotarlos en el trabajo) pero también aliados (ese que le da cobijo por unos días, ese activista humanitario, ese tejido social que llena los vacíos que dejan los Estados). 

Y entre esas pruebas, siempre habrá una mayor, aquella que parece insuperable.

Pero la supera (aunque habrá algunos que no, porque somos humanos, la fragilidad nos acecha) y recibe una recompensa (poder llevarse a los hijos que había dejado atrás, autosostenerse, recomponer su vida) e inicia el camino de vuelta. No necesariamente porque regresa al hogar, a su país; recuperar la dignidad, reinventarse, salir de las tinieblas… son vueltas a sí mismos. Eso que Campbell llama la resurrección del héroe, el regreso con el elixir tras haber sufrido una transformación.

Este conjunto de historias es una aproximación intimista al fenómeno de la migración, que busca complementar lo que bien hacen medios informativos que le siguen el pulso valiéndose de cifras, análisis, noticias. Son acercamientos, primerísimos primeros planos en la vida de gente común que migra. En estas historias están sus razones para migrar, sus sueños, sus dilemas, sus pataleos contra los destinos adversos. Están sus fotografías, tomadas de sus álbumes familiares, o interpretaciones hechas por ilustradores. Y son viajes del héroe porque es el enfoque con el que, deliberadamente, nos acercamos a estas vidas, huyéndole a la narrativa victimizante y poniendo más bien de relieve esa capacidad de tomar decisiones que hay en la condición humana para recuperar el equilibrio.

Además, se trata de historias de migrantes con el valor añadido de que fueron escritas por migrantes, periodistas formados en el curso de nuestra naciente plataforma El Aula e-nos, luego de una convocatoria abierta a la que acudieron 25 profesionales venezolanos en 9 países diferentes y de los cuales seleccionamos a 15 que tomaron, a lo largo de 5 semanas, el curso Tras los rastros de una historia. Claves sobre la particular investigación para narrar la realidad.

En esas semanas de noviembre y diciembre de 2020, varios de ellos se reencontraron con su oficio, porque la realidad es que algunos han debido dedicarse a otras actividades allí a donde se fueron. Al menos 477 periodistas salieron del país entre 2014 y 2018, de acuerdo con el Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela (IPYS Venezuela), y no todos han podido continuar sus carreras, así que este espacio de formación e intercambio fue un volver de estos 15 periodistas a lo que eran antes de tener que dejar Venezuela. Un proceso que concluyó con el acompañamiento de nuestro equipo de editores a los 11 que completaron sus historias. 

Este es el resultado de todo ello: historias de ciudadanos comunes, venezolanos como sus autores, en muy distintos países que muestran el ciclo de la migración, tal como en La Vida de Nos hemos decidido contar el fenómeno migratorio venezolano: el porqué, las condiciones del país que los expulsa; el durante, el desplazamiento; la llegada, cómo es recibido en ese nuevo destino, las fricciones, las pruebas; lo que dejaron atrás; la integración, lo que tienen para ofrecer en el país de acogida; y finalmente la posibilidad del regreso a Venezuela, ese retorno tras la transformación, o al menos el dilema de si regresar o no. 

He aquí las historias:

Debía tener la misma fuerza de su mamá

Una prueba tras otra, Nathali detuvo el auto en el que iba y se preguntó: “Bueno, Dios, ¿con qué propósito me tienes aquí?”. No podía saberlo, pero le esperaba una prueba más grande: enfermaría de covid-19 en Estados Unidos. Tuvo que suspender su plan de irse a España a ejercer la medicina y regresar a Venezuela, ansiando que su mamá muerta la estuviera esperando para que viera el roble en que se había convertido. 

Era su forma de agradecer la compañía

Los oponentes de Andreína fueron sus padres. De esa oposición y no de la crisis venezolana surge su deseo de migrar. Y ocurre lo que pudiera parecer ficción pero no es, en Buenos Aires, esta joven encuentra una gran aliada: una anciana enferma que antes de morir, agradecida por los cuidados que Andreína le prodiga, decide dejarle su herencia.

No quiere que se repita la misma historia

Cuatro generaciones de migrantes. Una guerra civil, una dictadura, el frío de 30 grados bajo cero, otra dictadura. Todo confluye en Loly, chilena de nacimiento y venezolana de crianza y por nacionalización. Volvió a Chile y ahí su hijo Eduardo es el faro que le dice que debe guardar las maletas para que no se repita otra vez la misma historia.

Así la idea se va desvaneciendo

Una explosión en Beirut renovó los miedos de George y Yuliana. Con la tía de él como aliada, habían llegado a la capital del Líbano luego del intento fallido de establecerse en Panamá. Su proyecto migratorio se enfrenta a la gran prueba, que les hace preguntarse: “¿Qué hacemos aquí tan lejos?”.

El tono apesadumbrado de esas palabras

Aquí, el viaje del héroe es el de Venezuela y su clase media profesional, a partir de la historia de un ingeniero eléctrico, Xavier De Boricón, narrada por su hija. ¿Por qué se fue del país un ingeniero como este? ¿Por qué un país pudo llegar —puede llegar, porque los apagones no han cesado— al punto de quedarse a oscuras por días enteros?

El número 10 en la tierra de Cristiano Ronaldo

Carlos tuvo que cruzar el Atlántico para ganar con votos un cargo de representación popular. Pero primero hizo el mismo viaje que sus padres portugueses, cuando migraron a Venezuela décadas atrás. Lo hizo de vuelta, a Madeira, a sus orígenes. Se fue siendo político y abogado, y le tocó trabajar en restaurantes, bares, panaderías. Hasta que un día apareció el gran aliado que lo hizo convertirse en diputado. 

Entendió que no cambiará el viento

Cuando se encendieron las alarmas por la covid-19, migrantes como Misael no tenían a donde volver desde las gélidas y remotas tierras del sur chileno. De pastelero pasó a constructor de carreteras en Punta Arenas, sobrevivió a una pandemia y el viento patagónico le sacude el cuerpo y el alma.

Señorita, ¿qué lleva en la caja?

Oriana, una practicante de ultimate que sueña con ir a un torneo en Colombia, se pone a sí misma una prueba: que los guardias nacionales en la frontera le permitan pasar 1 mil tartaletas que lleva para vender y así costear sus gastos. Esa prueba le indica el camino para volver fortalecida a Colombia, esta vez para quedarse.   

La cicatriz en el vientre es el único recuerdo

Luego de ser deportada, a Alejandra la esperaba un desafío más grande: República Dominicana, a donde insistió en volver, es uno de los seis países latinoamericanos donde el aborto es ilegal, incluso cuando está en peligro la vida de la madre. Y ella debía hacerse uno.  

Piensa en la muchacha tímida que era

Migrante en Perú, Julimar se topó con una enemiga: la jefa que la humillaba y la acusó de robarla. Pero, como ocurre a veces, en un enemigo puede haber también un aliado: esa amarga experiencia de trabajo le abrió camino a su resurrección, venció su timidez y se decidió a emprender su propio negocio.

Como su tía lo había hecho con ella

El mundo ordinario de Nicole en Venezuela era de precariedad. Migrar a Argentina, un plan que traza con su hermana, es su “llamado a la aventura”. Pero duda. Hasta que da el paso y, luego de cruzar el umbral, las enseñanzas de sus dos guías (la tía y un profesor en su adolescencia) le indican lo que debía hacer. 

 



El viaje del héroe  

Dirección editorialAlbor Rodríguez y Héctor Torres

Editores literarios: Erick Lezama y Reinaldo Cardoza

Narradores: Jhoandry Suárez, Jaime Merrick, Ximena Escobar, Jesenia Freitez Guédez, Anaís De Boricón, Julio Materano, Nancy Páez Acosta, Carlos Pimentel, Fabiola Mouzo, Héctor Villa León y Nolan Rada Galindo

Edición visual: Martha Viaña Pulido y Kevin Guerrero

Fotografías: Álbumes familiares

Ilustraciones: Walther Sorg, Glorilib Montilla, Shari Avendaño e Ivanna Balzán 

Coordinadora de Formación y Eventos: Lennis Rojas 

Administración web: Daniel Salazar

Comunicaciones: Paola Lessey y Oriana Lozada

 

 El viaje del héroe es un proyecto editorial y formativo que emprendió La Vida de Nos como parte de la consolidación de la red de narradores creada con su programa LVN Itinerante, a través de la plataforma El Aula e-nos.

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A los 13 años decidí que sería periodista y eso soy. He publicado varios libros, pero el que resume lo que era y lo que soy es solo uno: Duelo. Vivo en Ciudad Bolívar y desde aquí soy la coeditora de La Vida de Nos.

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